Para publicación inmediata: 17 de mayo de 2023 (23-066-español)
Contacto: Comunicaciones del DOH
El panel de datos muestra los niveles de PFAS detectados en los sistemas de suministro de agua potable públicos que se sometieron a la prueba
OLYMPIA. El Departamento de Salud del Estado de Washington (DOH, por su sigla en inglés) ha lanzado un nuevo Panel de Datos de PFAS en Agua Potable (solo en inglés). El registro proporciona acceso público a los datos recolectados por los sistemas de suministro de agua públicos, según lo establecido por una norma del Consejo Estatal de Salud adoptada en 2021. La norma exige que más de 2,400 sistemas de suministro de agua se sometan a la prueba de detección de PFAS antes de diciembre de 2025. Hasta ahora, solo una cuarta parte de las pruebas requeridas se han completado. Los resultados se publican en la página de datos de las PFAS del DOH (solo en inglés).
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por su sigla en inglés) son una gran familia de sustancias químicas artificiales que se utilizan para fabricar una gran variedad de productos de consumo resistentes a las manchas y al agua, y productos antiadherentes. Las PFAS también tienen muchos usos industriales debido a sus propiedades especiales. En Washington, las PFAS se utilizaron en ciertos tipos de espumas contraincendios funcionales para el ejército estadounidense, los departamentos de bomberos locales y los aeropuertos. Las PFAS se suelen denominar “sustancias químicas eternas” porque permanecen en el medioambiente durante mucho tiempo. Algunos tipos de PFAS podrían dañar la salud (solo en inglés) si se acumulan en el cuerpo humano en cantidades suficientemente altas.
“Uno de los primeros pasos para saber si necesita actuar para proteger su salud de las PFAS presentes en el agua potable es saber si está expuesto. Los datos de las pruebas son importantes porque permiten a los habitantes del estado de Washington tomar decisiones para protegerse si se han detectado PFAS en el agua que utilizan”, dijo Holly Myers, directora de la Oficina de Agua Potable.
Los sistemas de suministro de agua del grupo B (solo en inglés) y los propietarios de pozos privados, a quienes el estado actualmente no les exige hacer las pruebas de detección de PFAS, pueden utilizar el registro de datos para ver si se han detectado PFAS en las zonas cercanas y decidir así si deben hacer las pruebas de PFAS.
Si se encuentran PFAS en el agua, la exposición puede reducirse instalando un filtro de agua que disminuya la presencia de las sustancias en el agua utilizada para cocinar, beber y para preparar la leche de fórmula para bebés. Hay filtros de distintos estilos que pueden depurar el agua del lavabo de la cocina, del refrigerador, o mediante una jarra con filtro para la encimera. Como alternativa a corto plazo, también se puede utilizar agua embotellada que tiene la etiqueta de “purificada”.
Tomar medidas para reducir la exposición es importante especialmente para las personas embarazadas y las que están en periodo de lactancia, para los bebés y los niños pequeños. Estos grupos pueden ser especialmente vulnerables a los efectos nocivos para la salud de las PFAS.
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